Hablamos con Sofía Jacobo, terapeuta ocupacional en el Instituto de Terapia Ocupacional, para conocer más sobre su trabajo y su impacto en las personas que atiende.
¿Por qué te formaste como terapeuta ocupacional y qué es lo que haces en el Instituto?
Sofía: La terapia ocupacional es una disciplina que me encanta, ya que le ayudo a personas a que puedan participar en ocupaciones que son significativas o importantes para ellas.
La mayoría de las personas que atiendo en el Instituto de Terapia Ocupacional son bebés y niños. Les ayudo a desarrollar habilidades motoras, cognitivas, sensoriales y emocionales, para promover su sentido de competencia, autoestima y calidad de vida.
El propósito último es que puedan desempeñarse de la mejor manera posible en sus ocupaciones cotidianas, cuando están en casa, en la escuela y en su comunidad.
¿Cómo determinas el tipo de intervención que requiere un niño o una niña?
En la clínica del Instituto, antes de cualquier terapia, llevamos a cabo una valoración completa del niño/a. Esto nos permite identificar si hay algún retraso o alteración en su desarrollo, de integración sensorial o en su desempeño ocupacional.
Observamos cómo juega, cómo realiza sus actividades escolares, como interacciona con otros niños. Además de la observación clínica, aplicamos diferentes pruebas y escalas de desarrollo.
Usamos un enfoque ocupacional para poder determinar qué está limitando al niño/a. Con base a la valoración, establecemos un plan de intervención, para que pueda alcanzar su todo potencial y participe satisfactoriamente en sus actividades.
¿Cuáles son los desafíos más comunes que enfrentan los niños/as que atiendes y cómo los abordas en tu práctica en el Instituto?
Los desafíos varían mucho, pero algunos de los más comunes son dificultades motoras, limitaciones para realizarse actividades de la vida diaria como vestirse o bañarse, y problemas de integración sensorial.
En el Instituto de Terapia Ocupacional, trabajamos de la mano con cada niño/a para comprender sus habilidades, desafíos y metas específicas. Utilizamos estrategias terapéuticas adaptadas a sus necesidades individuales y les brindamos las herramientas necesarias para mejorar sus habilidades. A los padres, les proporcionamos orientación y apoyo continuo.
¿Podrías compartirnos un par de ejemplos de cómo la terapia ocupacional ha impactado positivamente en la vida de uno de los niños con los que trabajas?
Recientemente llegó con nosotros un niño con ceguera congénita, retraso en su desarrollo y alteraciones importantes a nivel de procesamiento sensorial. Todo esto afectaba su interacción con otras personas, su alimentación y su capacidad de juego.
Utilizando una variedad de estrategias que adaptamos a sus necesidades particulares, el niño ha avanzado mucho. Ahora ya permite el contacto físico con algunas personas, sus periodos de llanto han disminuido significativamente, está mejor organizado a nivel sensorial y está aprendiendo a jugar mejor. Todavía queda mucho por lograr, pero el progreso ha sido muy bueno y alentador.
Por otro lado, tenemos un niño con trastorno de integración sensorial. Él tenía dificultades para mantenerse de pie, caminar, usar sus manos, y seguir indicaciones. Gracias a las terapias, ahora mueve sus manos y pies con más destreza, se puede enfocar en lo que hace por más tiempo, y está empezando a comer, vestirse y desvestirse por su propia cuenta.
¿Cuál es la satisfacción más grande que encuentras en tu trabajo?
La mayor satisfacción que encuentro en mi trabajo como terapeuta ocupacional es presenciar el progreso y el crecimiento de cada niño en su desarrollo. Me encanta ver cómo superan obstáculos y descubren nuevas habilidades, cómo pueden afrontar retos, solucionar problemas y se sienten mas seguros y contentos al realizar actividades grupales con otros niños.
Es maravilloso ser parte de este viaje de descubrimiento y crecimiento, tanto para los niños como para sus padres. Esa satisfacción hace que mi trabajo como terapeuta ocupacional sea realmente significativo y gratificante.
Para concluir, ¿cuál es el papel de los padres en el proceso de terapia ocupacional y cómo pueden apoyar a sus hijos en casa?
Los padres son parte integral del proceso terapéutico ya que su participación activa y apoyo en casa complementa y refuerza lo que se trabaja durante las sesiones terapéuticas.
Pueden apoyar a sus hijos integrando las actividades recomendadas por la terapeuta en su rutina diaria, celebrando sus logros y brindándoles apoyo en momentos de frustración.
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