Detección e intervención temprana

La valoración del desarrollo de bebés y niños/as en los primeros años de vida es parte de una vigilancia de desarrollo que se realiza en los consultorios pediátricos de forma regular.  Esta valoración resulta aún más importante llevarla a cabo cuando observamos:

• Dificultad en la adquisición de movimientos esperados a la edad del bebé
• Cuando se mueve muy poco, con rigidez o un lado más que otro
• Si no puede sostener la cabeza a los tres meses, sentarse a los seis, gatear a los nueve y/o caminar alrededor del año tres meses.
• Problemas sensoriales, como por ejemplo: mostrarse sensible a los ruidos, no adaptarse al cuerpo de la madre cuando ésta lo carga o no mantiene su atención en el juego
• Problemas de comportamiento, por ejemplo, que, en lugar de jugar, sólo aviente sus juguetes, que se muestre irritable, que se le dificulte socializar

Cuando un pequeño/a no adquiere las conductas de desarrollo esperadas a su edad, se establece un círculo vicioso, que impide el alcance de conductas más avanzadas.

Por ello, es crucial identificar cualquier alteración o retraso de forma oportuna. De esta forma, se le puede dar al niño/a la ayuda necesaria, a fin de que pueda alcanzar todo su potencial.

Numerosas investigaciones, así como nuestra propia experiencia clínica, confirman que la identificación y detección temprana es indispensable para alcanzar una mejoría significativa en el desarrollo.